Fractura de tibia

La fractura de tibia, dependiendo de su localización y características, puede desencadenar severas complicaciones.

Fotografía: futbol.as.com

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La tibia es el hueso más largo de la pierna y conforma la espinilla. Cualquier golpe directo en esta estructura ósea puede ocasionar su ruptura… Y ese fue justamente el caso de Hector Moreno, defensa de la Selección Mexicana, quien se fracturó la tibia al chcar con Arien Robben, de la Selección de Holanda en Brasil 2014.

La tibia soporta el peso del cuerpo y dependiendo de la localización de la fractura de tibia es la gravedad del caso, ya que cuando ocurre en el tercio más cercano al tobillo, puede comprometer a la arteria que proporciona sangre al hueso.

Característicamente la fractura de tibia ocasiona un dolor muy intenso, hinchazón de la pierna y la presencia de un moretón principalmente. El diagnóstico se confirma mediante radiografía.

El tratamiento depende de la gravedad del caso y de las estructuras que quedaron comprometidas en relación con los tejidos blandos cercanos al hueso.

En algunas ocasiones se puede optar por el tratamiento quirúrgico, mediante osteosíntesis, es decir colocación de tornillos o placas, pero en la mayoría de los casos está indicado el manejo ortopédico con reducción, es decir alineación del hueso e inmovilización de la pierna.

La recuperación es lenta y ocurre por fases. El paciente puede comenzar a caminar con muletas al día siguiente de la inmovilización y deberá permanecer con el dispositivo hasta 5 semanas, momento en que se debe valorar la evolución y volver a inmovilizar hasta cumplir 12 semanas, después de las cuales comienza la rehabilitación controlada.

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