Estudian pociones y medicamentos antiguos

Los tratamientos y medicamentos actuales contienen algunas de las hierbas que se han usado a partir de la medicina antigua

Investigadores dirigidos por el Dr. Mark Benvenuto, profesor de química de la Universidad de Detroit, en EUA, analizaron brebajes del siglo XIX y hallaron que algunos secretos médicos de verdad funcionaban.
 
Los investigadores que aplicaron la ciencia del siglo XXI para investigar una colorida colección de frascos de medicina, antiguos y ornamentados, que se conservan en el Museo de Henry Ford, en Dearborn, Michigan, conocidos como «materiales de salud» del siglo XIX,  descubrieron que los antiguos frascos contenían pociones tanto nocivas como promisorias, que antes se vendían como curas rápidas para todo, desde las enfermedades más comunes hasta las más terribles.

El Dr. Benvenuto trabajó con estudiantes universitarios para analizar los contenidos de los recipientes, usando fluorescencia de rayos X para los materiales sólidos y resonancia magnética nuclear para los líquidos, para identificar el contenido químico de cada uno.

Los resultados del estudio se presentaron en la reunión anual de la Sociedad Americana de Química (American Chemical Society) en Nueva Orleáns.

Las etiquetas de los medicamentos revelan muy poco sobre sus contenidos por ejemplo tienen denominaciones tales como: Tabletas de Pepitas de Oro de Hollister, Pastillas Francesas para Mujeres del Dr. F.G. Johnson, Restaurativo de la Salud Femenina de Reynolds y Parmley y Pastillas para los Riñones de DeBell.

El equipo descubrió una amplia variedad de ingredientes en los recipientes, incluyendo metales pesados como el mercurio, el plomo y la plata; calcio y zinc; manganeso y potasio, y arsénico, 5 muestras contenían torio radioactivo. Aunque la presencia de algunos de los metales pesados puede deberse a contaminación en el frasco, se sabe que el arsénico y el mercurio eran tratamientos comunes para la sífilis. El plomo tiene un sabor dulce, y pudo haberse añadido a la medicina para que tuviera un mejor sabor.

Los medicamentos eran vendidos por los médicos en tiendas, por correo o en espectáculos ambulantes de medicina, mucho antes de que se requirieran ensayos clínicos y la aprobación de la Administración de Drogas y Alimentos de EUA, para garantizar la seguridad y efectividad de los tratamientos.

Eran conocidos como «medicinas patentadas», pero el término se refería al hecho de que eran creadas por individuos y se les consideraba como secretos comerciales, no porque estuvieran oficialmente registradas con la oficina de patentes del gobierno.

Los médicos que fabricaban estos medicamentos pasaban sistemáticamente por un proceso de ensayo y error basado en lo que parecía mejorar a las personas. Quizás algunos eran fraudes totales pues solo querían ganar dinero, pero algunos (de los medicamentos) aparentemente eran valiosos.

Los medicamentos se fabricaban para hacer que la persona experimentara algo de forma que se sintiera sanado o tratado, es probable que el medicamento no tuviera un efecto sanador sobre el cuerpo, excepto como un efecto placebo.

Aunque es tentador considerar esos medicamentos antiguos como curas falsas, es importante comprender que el desarrollo continuo de esos medicamentos fue parte del proceso de pruebas y evaluaciones de los tratamientos de los buenos médicos.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine

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