Dolor por contracturas musculares

Una contractura muscular es na contracción continua e involuntaria del músculo o algunas de sus fibras que se presenta al realizar un esfuerzo

Una contractura muscular es una contracción continuada e involuntaria del músculo o algunas de sus fibras que aparece al realizar un esfuerzo. Se manifiesta como un abultamiento de la zona, implica dolor y alteración del funcionamiento normal del músculo. Cuando un grupo muscular sufre una contractura, presenta una limitación para la realización de los movimientos y dolor cuando se intenta el movimiento; el paciente suele adoptar una postura antiálgica, ya que intenta relajar al máximo el músculo afectado. Los principales síntomas son: Dolor al realizar un movimiento, movilidad limitada del músculo contracturado, dolor a la palpación del músculo que sufre la contractura, postura antiálgica (posición que adopta el enfermo para evitar el dolor).

La Tortícolis es una contracción muscular prolongada en la región del cuello que origina dolor e incapacidad de movimiento. Esta distonía provoca que, mientras que la cabeza apunta hacia un hombro, el mentón quede señalando hacia el hombro opuesto, esta patología es adquirida por malas posturas, se recomienda tener especial cuidado en situaciones que puedan originarla, como utilizar almohadas demasiado altas o bajas aldormir, pasar mucho tiempo hablando por teléfono con una postura forzada y poco ergonómica o evitar movimientos bruscos del cuello. Las técnicas de relajación y los estiramientos regulares de la zona cervical reducen el riesgo en pacientes propensos a padecerla.

Latigazo cervical: consiste en la lesión cervical producida por una sucesiva flexión y extensión brusca y excesiva del cuello, esa combinación puede causar sucesivamente un esguince cervical en la fase de flexión y, sobretodo, una lesión de la articulación facetaria de la columna cervical en la fase de extensión. Puede acompañarse de mareos, sensación rotatoria de los objetos e inestabilidad, náuseas y vómitos.

Hernia discal cervical; un cuadro muy parecido sin traumatismo previo se observa en pacientes jóvenes que sufren una hernia discal cervical, aunque en estos casos suele existir además un dolor que se irradia al brazo y al antebrazo y se acompaña de sensación de adormecimiento y hormigueo.

Tensión muscular; los pacientes con estrés refieren a menudo un dolor sordo en la región cervical y en la parte superior de la espalda, que es más intenso tras la jornada laboral.

Dolor lumbar; los pacientes jóvenes y delgados padecen con fecuencia episodios de dolor lumbar agudo al realizar esfuerzos mínimos, que mejoran al cabo de unos días de reposo.

Con un examen físico se determina la aparición de una contractura muscular. Esta exploración revela una posición incorrecta de la cabeza y un acortamiento y rigidez de los músculos del cuello; una exploración física y una radiografía sirven para descartar la existencia de fracturas o luxaciones en las vértebras cervicales.

Lo más importante para tratar una contractura muscular es realizar tratamientos con calor seco y masajes y administrar calmantes musculares. El uso de un collarín puede darse en determinados casos. Además, una vez que la movilidad del cuello mejora, es recomendable realizar estiramientos de los músculos afectados. Los miorelajantes y antiinflamatorioslogran relajar la musculatura y reducir la contracción. Se suelen utilizar en los casos en los que el dolor es muy intenso. Siempre deben de estar prescritos por el médico.
El calor local: suele ser muy útil al conseguir un efecto relajante y analgésico, los masajes deben darse por personal calificado. El masaje provocará un aumento del flujo sanguíneo que mejora la recuperación de tejidos y limpieza de metabolitos además de propiciar una relajación del músculo, reduciendo la tensión y el dolor.
Los estiramientos y la actividad ligera en el agua son aconsejables trás la fase aguda de la contracción muscular.

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