Detección temprana de autismo en bebés

El autismo en si es un espectro de trastornos, desde el autismo clásico con enmudecimiento, aislamiento social, discapacidad intelectual, comportamientos repetitivos, balanceos o agitación de las manos


Un nuevo estudio encabezado por el Dr. Warren Jones de la escuela de medicina de la Universidad de Emory, en Atlanta, sugiere que es posible detectar indicios tempranos de autismo en bebés menores de seis meses.

El Dr. Jones y su grupo de investigadores descubrieron que los niños a los que más tarde se les diagnosticó autismo, inicialmente tuvieron un desarrollo normal, pero mostraron un contacto visual disminuido entre los dos y los seis meses de nacido. En la investigación los científicos utilizaron una tecnología de seguimiento del ojo para medir la forma en que los bebés miran y responden a estímulos sociales.

Se dieron cuenta que los niños a los que más tarde se les diagnosticó autismo, a partir de los dos meses de nacidos empezaron a mostrar una disminución constante en la atención a los ojos de otras personas, cuando observaban videos de interacciones humanas.

Esto por primera vez nos indica que es posible identificar algunos de los signos de autismo en los primeros meses de vida, comenta el Dr. Jones, estas son las señales más tempranas de autismo que jamás se hayan observado.

El estudio, se hizo en colaboración con el Centro de Autismo Marcus y Salud Infantil de Atlanta, dio seguimiento a 59 infantes que tenían un alto riesgo de desarrollar autismo, porque tenían hermanos con este trastorno, y a 51 infantes con bajo riesgo.

El estudio se hizo con más de 100 niños a quienes se le hizo un seguimientos desde su nacimiento hasta los tres años.
El Dr. Jones y su colega Ami Klin les hicieron un seguimiento hasta los tres años, que es cuando se hace una evaluación formal de autismo. Trece de ellos, 11 niños y dos niñas, fueron diagnosticados con algún tipo de este espectro de trastornos, que incluye el síndrome de Asperger.

Los investigadores revisaron los datos que habían recogido de estos pequeños desde su nacimiento y lo que descubrieron les sorprendió, ya que en los niños con autismo, el contacto visual empieza a declinar a los seis meses de vida y esto sólo se puede detectar con tecnología sofisticada y que los padres a simple vista no lo pueden detectar.

El autismo es un trastorno muy complejo. No hay dos personas iguales con autismo, por lo que se requiere de un enfoque integral para el diagnóstico, que tenga en cuenta todos los aspectos de la conducta de un individuo.

Es vital que cualquier bebé con autismo pueda tener acceso al diagnóstico, pues esto puede ser la clave para alcanzar su mayor potencial con el apoyo adecuado.Los resultados del estudio se publicaron en la revista Nature.

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