Después de un lifting de párpados es común el «ojo seco»

La blefaroplastía consiste en la resección de la piel excedente y corrección de las bolsas grasas salientes o abultadas, que dan el aspecto de cansado en el rostro de las personas

Un estudio realizado por la Dra. Jess Prischmann, cirujana plástica facial de Edina, Minnesota, EUA, sugiere que más del 25% de las personas que se realizan un lifting de párpados desarrollarán síntomas de ojo seco.

El Síndrome del ojo seco es un trastorno que está subinformado y sobre el que, probablemente, casi ni se conversa con los pacientes antes o después de la cirugía, comenta la Dra. Prischmann, quien aclara que no es una complicación para alarmar a la población. El objetivo del estudio no es que la gente tenga miedo de hacerse una blefaroplastia.

El equipo analizó las historias clínicas de 892 personas operadas por un solo cirujano entre 1999 y el 2009, los pacientes respondieron si tenían síntomas de ojo seco antes de la cirugía y cada dos años después de la intervención, durante una década.

Casi el 27%  desarrolló ojo seco con la cirugía y otro 26%  sufrió de una irritación llamada quemosis. Esos efectos secundarios fueron más comunes en los pacientes que se habían operado el párpado superior e inferior. Las técnicas quirúrgicas más agresivas también aumentaron el riesgo de desarrollar ojo seco, según publica la revista Archives of Facial Plastic Surgery.

El Dr. Prischmann indicó que existen pocas explicaciones para esta complicación de la blefaroplastia, cuando se operan los párpados, se interrumpe temporalmente el mecanismo de parpadeo y cuando no se puede parpadear, no se puede distribuir la película de lágrima sobre la córnea, también es posible que la calidad de esa película cambie durante la blefaroplastia.

La Academia Estadounidense de Cirugía Plástica Facial y Reconstructiva informa que un lifting de párpado fue la segunda cirugía plástica facial más popular, después de la cirugía de nariz, la mayoría de los cirujanos que hacen blefaroplastias están muy acostumbrados a ver el ojo seco» y, habitualmente, no es un trastorno grave.

 El ojo seco es bastante común y la mayoría de los casos se curan, el truco está en no operar a los pacientes propensos a desarrollar ojo seco resistente al tratamiento.

Un análisis prequirúrgico de la lágrima permite detectar a esos pacientes, pero no es necesario indicárselo a todos los pacientes, sino sólo a las mujeres en la menopausia o que empiezan a tomar anticonceptivos, o a las personas que tuvieron problemas con el uso de lentes de contacto.

La mayoría de los pacientes están «muy felices» con el lifting de párpado, pero es muy recomendable que los cirujanos conversen más con sus pacientes sobre el riesgo de ojo seco antes de la intervención y que les controlen los síntomas después de la cirugía.

Fuente: Archives of Facial Plastic Surgery

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