Debate sobre las pastillas para ser más inteligentes

Las píldoras de la inteligencia podrían llegar a ser tan comunes como el cafe.

La mayoría de las personas queremos alcanzar nuestro máximo potencial. Quizá tomemos una taza de café para mantenernos despiertos y alertas, o salgamos a trotar para sentirnos más vigorosos. La idea de tomar una pastilla que nos haga más listos podría considerarse lo mismo.

Los potenciadores cognitivos ya se prescriben para tratar trastornos médicos y también tienen el poder de mejorar la memoria o la capacidad de concentración de las personas sanas.

Se sabe casi nada sobre los efectos a largo plazo que estas drogas puedan tener en el cerebro de una persona saludable, particularmente en los jóvenes. Sin embargo, algunos científicos piensan que podrían llegar a jugar un papel beneficioso en la sociedad, si se regulan apropiadamente.

Una estudiante comenta sobre su experiencia con modafinil, que normalmente se prescribe para desórdenes del sueño. Laurie Pycoft cursa su segundo año de estudios en la Universidad de Oxford, donde estudia ciencias psicológicas, con interés en la neurofarmacología.  Ella afirma que ha tomado modafinil algunas veces, particularmente porque aumenta la capacidad de mantenerse en vigilia y porque le permite permanecer concentrada durante largos períodos. No la toma muy a menudo, pero si quiere mantenerse despierta durante 20 o 30 horas, trabajando en un ensayo, dice que le resulta muy útil.

El modafinil ya se usa para tratar a personas con desordenes del sueño. Los estudios más recientes mostraron que cirujanos que no habían podido dormir lo suficiente operaban mejor si tomaban modafinil.

Un estudio de la Academia de Ciencias Médicas en 2008 mostró que incluso con una pequeña mejora del 10% en una prueba de memoria se consigue un puntaje más alto en un examen académico y eso es suficiente.

Ya usamos potenciadores como gafas, ejercicio, educación, pero hay una línea que se cruza cuando se trata de tomar una sustancia todo el tiempo para ser un humano superior y diferente.

Es difícil pensar en cuál sería un límite para imponerle a nuestro poder cognitivo y si lo podemos mejorar, y al hacerlo acortar el tiempo que nos toma aprender, permitir que la educación parta de un nivel más alto, etc., entonces no sólo podría ser bueno para los individuos sino también para la sociedad.

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