Como ser padres y amantes

Muchos matrimonios dejan a un lado la vida íntima por ocuparse de los hijos y esto puede generar distanciamiento e incluso ruptura.

En México ocho de cada 10 parejas se divorcian antes de la primera década lo que representa un ascenso de 80% en comparación con los años cincuenta y la razón en 37% de 1,200 casos analizados durante el primer semestre de 2012 es que con la llegada de los hijos se descuida a la pareja. Paradójicamente el compartir  momentos felices refuerza el romance, armonía y pasión en el matrimonio y podría revertir la actual de tendencia de “más divorcios menos matrimonios” en el país.

Un estudio de Club Med de México en el que se analizan las principales tendencias sociales, descubrió que entre los mexicanos está muy arraigada la idea de que al ser padres cesa la vida sexual y acaba el romance. Los padres asumen roles de proveedores, educadores y cuidadores pero se olvidan de ser amantes. De ahí que un considerable porcentaje de los matrimonios termine antes del quinto aniversario de bodas.

Aunque en los países europeos y culturas anglosajonas es más común asumir que es posible ser padres y amantes al mismo tiempo, en México y países latinoamericanos no se logra aún generar este concepto que implica una vida familiar, no sólo conyugal, más feliz y plena.

Al analizar las entrevistas de personas que rompieron su vínculo matrimonial, encontraron que tienen tres problemas consistentes: dificultad para cambiar de roles, rutina y asumir que el esposo(a) es alguien seguro, fiel e inmutable.

Según los especialistas, hacer la transición de padres a amantes debe empezar por la forma en la que nos referimos a nuestra pareja. Es conveniente llamarla por su nombre o con un apodo cariño y evitar llamarlo papá o mamá.

La rutina, por otra parte, puede convertir a una pareja en socios que trabajan y perder momentos excitantes o sorprendentes, dicen los autores del estudio quienes mencionan que otro consejo recurrente de los terapistas de pareja es que no den por sentado que por ser el esposo o la esposa no requiere muestras de cariño y consideración. “Pasar por alto las muestras de amor es un error común”.

Un consejo generalizado es que la pareja busque un momento para estar solos, por supuesto sin descuidar a los hijos.

Finalmente los autores comentan que el compartir momentos felices incrementa la afinidad y comunicación en la pareja y familia.

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