Cómo evaluar los defectos cardíacos de los recién nacidos

Los defectos cardíacos congénitos son el tipo más común de defectos congénitos importantes

Siguiendo recomendaciones del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de EE. UU., un panel de expertos pediátricos y cardíacos ha descrito una estrategia para la evaluación rutinaria de los recién nacidos, con el fin de mejorar la detección de la enfermedad cardíaca congénita.

Al medir los niveles de oxígeno en la sangre de los recién nacidos, los médicos podrán identificar mejor la afección cardiaca, que es potencialmente letal pero que con frecuencia puede ser tratada, asegura el Dr. Alex R. Kemper, profesor de pediatría de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte.

Evaluar la enfermedad cardíaca congénita (ECC) se hace mediante una prueba conocida como oximetría del pulso.

Uno por ciento de todos los recién nacidos sufren de enfermedad cardíaca congénita, y alrededor de una cuarta parte tiene defectos cardiacos críticos que requieren de intervención temprana. Y si no se detectan de forma puntual el bebé puede incluso morir.

La enfermedad cardíaca congénita causa más muertes antes de un año que cualquier otro defecto de nacimiento. Una evaluación universal permitira identificar los defectos y mejorar las tasas de supervivencia.

La nueva estrategia, será publicada en la revista Pediatrics. El grupo de trabajo señaló que la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de los EE. UU. está estableciendo estándares para las máquinas utilizadas para hacer evaluaciones de oxitometría.

Para minimizar el estrés para el niño y la familia, los centros también deben redactar planes claros de seguimiento para asegurar un manejo rápido y ordenado de todos los bebés que obtengan un resultado positivo para la enfermedad cardíaca congénita..

Los siete tipos específicos de enfermedad cardiaca que esta evaluación busca, conforman apenas alrededor de una cuarta parte de todas las enfermedades cardíacas congénitas. Pero estos tipos de cardiomiopatías, presentan síntomas devastadores en los primeros días o semanas de vida, y con frecuencia no se detectan hasta que el niño está gravemente enfermo.

Esta prueba sencilla y no invasiva tiene el potencial de detectar a estos niños antes de que sufran de síntomas y proveerles de una intervención médica o quirúrgica inmediata.

 Fuente: HealthDay

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