¿Cómo controlamos las experiencias que vivimos?

Locus de control es la habilidad de cada individuo para integrar las experiencias de su vida a factores internos basados en sus decisiones, o externos como la suerte, el destino, etc.

Las personas que creen que el desarrollo de su vida y de determinadas tareas depende de ellos mismos tienen un locus de control interno, mientras que las convencidas de que el desarrollo exitoso de la tarea depende de factores externos tienen un locus de control externo.

Se considera que el locus de control es un rasgo de personalidad estable en el tiempo, y sitúa a las personas en un continuo sentido de responsabilidad, que aceptan los eventos que experimentan, siendo éstos positivos, negativos o neutros.

Esto muestra el grado en que un individuo percibe el origen de su propio comportamiento, ya sea de manera interna o externa a él.

Locus de control interno

Un individuo con locus de control interno tiene la tendencia a atribuir a causas internas todo aquello que le suceda. Por ejemplo, un estudiante que obtenga una buena nota en un examen atribuirá el resultado a su esfuerzo y horas de estudio. Estas personas perciben que los eventos positivos o negativos ocurren como efecto de sus propias acciones y que están bajo su control personal. Así, estas personas valoran positivamente el esfuerzo y la habilidad personal.

Los individuos con locus de control interno experimentan mayores satisfacciones personales y tienen una imagen de sí mismos más positiva.

Locus de control externo

Un individuo con locus de control externo tiene una tendencia a atribuir a causas externas todo aquello que le suceda. Por ejemplo, un estudiante que obtenga una mala nota en un examen puede atribuir su fracaso a la mala suerte, la excesiva dificultad de la prueba o la extrema severidad del profesor. Estas personas perciben sus acciones como resultado del azar, el destino, la suerte o un poder sobrenatural. Así, el locus de control externo es la percepción de que los eventos no se relacionan con la propia conducta y que por ende no pueden ser controlados, de manera que no se valora el esfuerzo ni la dedicación.

Los individuos con locus de control externo pueden mostrarse más confiados al enfrentar problemas graves como las enfermedades, atribuyéndolas a un factor externo y aceptando la posibilidad de sobrevivir.

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