Aumentan casos de enfermedad mental en adolescentes

Los jóvenes son cada vez más propensos a ser diagnosticados con un trastorno de salud mental


De acuerdo a un nuevo estudio de gran tamaño, dirigido por el Dr. Mark Olfson, del Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia, los jóvenes son cada vez más propensos a padecer trastornos de salud mental. Para realizar el estudio se analizaron datos de 450,000 visitas de pacientes a los consultorios médicos de EUA entre 1995 y 2010.

Entre los periodos de 1995 a 1998 y de 2007 a 2010, las consultas que terminaron en diagnósticos de problemas de salud mental aumentaron más rápido entre los pacientes menores de 21 años que entre los adultos. Las visitas a psiquiatras también aumentaron más rápidamente entre los jóvenes que entre los adultos.

Los aumentos en el número de recetas de fármacos para el tratamiento de los trastornos de salud mental fueron similares en jóvenes y en adultos.

En los últimos años, ha habido una expansión de la atención de salud mental entre los niños y adolescentes en los consultorios médicos, asegura el Dr. Olfson y este aumento, que ocurrió junto con un aumento en las recetas de fármacos psiquiátricos, ofrece a los médicos nuevas oportunidades para ayudar a los niños y a los adolescentes que sufren por trastornos psiquiátricos comunes.

También plantea riesgos relacionados con efectos farmacológicos adversos, la administración de atención de salud no basada en la evidencia y servicios mal coordinados.

Muchos problemas de salud mental surgen al término de la infancia y principios de la adolescencia. El hecho de potenciar la sociabilidad, la capacidad para resolver problemas y la confianza en uno mismo ayuda a prevenir problemas de salud mental como los trastornos del comportamiento, la ansiedad, la depresión o los trastornos ligados a la alimentación, junto con otras conductas de riesgo relacionadas a la vida sexual, el consumo de sustancias o las actitudes violentas. Los médicos deben contar con las herramientas necesarias para relacionarse con gente joven, detectar con prontitud problemas de salud mental y proponer tratamientos que incluyan asesoría, terapia congnitiva conductual y, cuando convenga, medicación psicotrópica.

Además de las leyes que restringen la disponibilidad de sustancias ilícitas, tabaco y alcohol, las intervenciones para reducir la demanda de tales productos generan condiciones más propicias a un desarrollo saludable. Para que los adolescentes estén menos predispuestos a consumir sustancias es eficaz informarles de los peligros que ello entraña y capacitarlos para resistir a las presiones de amigos y manejar el estrés de forma sana.

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