Amenaza de aborto y Aborto espontáneo: preocupación latente durante el embarazo.

Está considerada como la complicación más temida durante el embarazo antes de la semana 20 de gestación.

Está considerada como la complicación más temida durante el embarazo antes de la semana 20 de gestación.

De acuerdo con reportes del Instituto Nacional de Perinatología, en México, las amenazas de aborto son más comunes de lo que imaginamos, pues se presentan aproximadamente en el 30% de las mujeres embarazadas y el 20 de las mujeres gestantes manifestará un aborto espontáneo.

Cuando una mujer embarazada presenta algún sangrado vaginal, con o sin cólicos abdominales durante el primer trimestre del embarazo, se considera como una amenaza de aborto, afortunadamente, con los cuidados y el tratamiento médico adecuado, la mayoría de estos embarazos llegan a término.

El aborto espontáneo, ocurre cuando muere el feto, cuya causa generalmente es un problema cromosómico o del desarrollo. Otras causas posibles son:

* Defectos anatómicos de la madre
* Factores endocrinos
* Factores del sistema inmunitario
* Infección
* Enfermedad sistémica materna, como hipertensión o diabetes gestacional.

Alrededor de la mitad de todos los óvulos fertilizados abortan en forma espontánea, generalmente antes de que la mujer sepa que está embarazada. La tasa de aborto espontáneo es muy baja entre los embarazos ya conocidos y estos presentan usualmente entre las 7 y 12 semanas del embarazo.

Los riesgos de la amenaza de aborto son más altos en:

* Mujeres mayores de 35 años
* Mujeres que previamente han tenido tres o más abortos espontáneos
* Mujeres con enfermedad sistémica (como la diabetes o la disfunción tiroidea)

Los síntomas son característicos:

* Cólicos abdominales con o sin sangrado vaginal
* Sangrado vaginal durante las primeras 20 semanas de embarazo (el último período menstrual se presentó hace menos de 20 semanas)

Durante el proceso de un aborto espontáneo, se presenta un dolor abdominal agudo que puede ser constante o intermitente, y se acompaña regularmente por la expulsión de tejido o material con una apariencia de coágulos de sangre a través de la vagina.

Para su diagnóstico, durante la exploración, el especialista, puede observar un cuello uterino que no está ni adelgazado (borrado), ni abierto (dilatado). Cualquiera de las dos situaciones podría sugerir la posibilidad de que vaya a ocurrir un aborto espontáneo.

Para confirmar el diagnóstico, puede ser necesario someter a la paciente a otros estudios como:

* Examen de beta GCH (cuantitativa) durante un período de días o semanas para confirmar si el embarazo continúa o el feto ha muerto
* CSC para determinar el grado de pérdida de sangre
* GCH en suero para confirmar que la mujer esté embarazada
* Ultrasonido a fin de detectar los latidos cardíacos fetales
* Glóbulos blancos con fórmula leucocitaria para descartar la infección.

Esta enfermedad también puede cambiar los resultados de un exámen de progesterona en suero.

El tratamiento es fundamental para salvar la vida del feto y la madre, por lo regular consiste en reposo en cama o el reposo pélvico (abstenerse de relaciones sexuales, duchas vaginales, uso de tampones), aunque no hay evidencia que muestre que esto realmente reduzca la tasa de abortos espontáneos. Además de la prescripción de medicamentos específicos que sólo el ginecólogo-obstetra puede indicar.

El pronóstico es bueno cuando el embarazo continúa normalmente y desaparecen todos los síntomas.

Las complicaciones de una amenaza de aborto o de un aborto espontáneo son:

* Anemia
* Síndrome de feto muerto
* Infección
* Pérdida de sangre moderada o severa
* Aborto espontáneo

Para prevenir, es necesario que toda mujer que se sepa embarazada acuda a su control prenatal con el especialista médico, en estos casos, es mejor no minimizar cualquier síntoma y acudir con el ginecólogo.

Algunos estudios muestran que las mujeres que reciben atención prenatal tienen mejores resultados en sus embarazos, para ellas mismas y para sus bebés. La atención prenatal temprana y completa disminuye el riesgo de un aborto espontáneo.

Es mejor encontrar y tratar los problemas de salud antes de quedar embarazada que esperar hasta que la persona ya esté en embarazo. De igual manera, el hecho de evitar los peligros del medio ambiente, como los rayos X y las enfermedades infecciosas, también disminuye el riesgo de aborto espontáneo a comienzos del embarazo.

El aborto espontáneo no es prevenible si el feto muere. De hecho, es importante que, en tales casos, el útero expulse todos los contenidos. Por otra parte, un aborto retenido se presenta cuando el feto muerto no es expulsado del útero, y cuando sólo parte del feto muerto es expulsado, se denomina un aborto incompleto.
Ante cualquier síntoma de dolor, o sangrado, la mujer embarazada debe acudir de inmediato a un servicio de emergencia, al hospital más cercano.

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