Alerta sobre el uso excesivo de una poderosa clase de antibióticos

La eficacia de estos fármacos de último recurso se reduce a medida que las bacterias resistentes se hacen más comunes.

El uso de una poderosa clase de antibióticos llamados carbapenemasas ha aumentado de forma dramática en EE. UU. en los últimos cinco años, de acuerdo con un estudio reciente.

El mayor uso de estos fármacos, que se consideran como la última opción para tratar infecciones graves provocadas por bacterias resistentes a múltiples medicamentos, es causa de preocupación porque las bacterias resistentes a las carbapenemasas se hacen más comunes, advierten los investigadores.

El uso excesivo de estos fármacos puede llevar a la reducción de su eficacia contra las infecciones muy difíciles de tratar.

Para este estudio, los investigadores analizaron el uso de antibióticos en 110 centros de salud de 2005 a 2009. Encontraron un aumento gradual en el uso general de antibióticos, con incrementos importantes en el uso de ciertos tipos de ellos: las carbapenemasas (102 por ciento), la vancomicina intravenosa (79 %), y las combinaciones de penicilina con inhibidores de la betalactamasa (41 %).

Los investigadores también encontraron que las fluoroquinolonas eran la clase usada con más frecuencia en todos los centros hospitalarios, abarcando cerca del 20 por ciento  de todo el uso de antibióticos.

El estudio se presentará en la reunión anual de la Sociedad para Epidemiología de la Atención de Salud de América (SHEA), en Dallas, Texas.

El uso de estos antibióticos ayuda al paciente que recibe el tratamiento, pero tiene consecuencias futuras pues mientras más se usan estos fármacos, más resistencia vemos,  advirtió  el Dr. Makoto Jones, autor del estudio. En esta era de organismos resistentes a varios medicamentos, los médicos se enfrentan a una situación difícil, a medida que los resultados de los tratamientos de muchas infecciones bacterianas son afectados por la programación de una terapia adecuada, la presencia creciente de organismos resistentes desencadena un uso más amplio de estos antibióticos potentes para infecciones comprobadas o sospechadas cuando se trata a pacientes en los hospitales.

Los médicos siempre deben poner en primer lugar al paciente en las decisiones de tratamiento, es necesario seguir programas eficaces de administración de antibióticos, prevenir la infección y esforzarse en realizar programas de control. El desarrollo de nuevas pruebas diagnósticas para facilitar mejores decisiones de tratamiento además de respaldar el desarrollo de nuevos antibióticos, es también fundamental.

Debido a que este estudio fue presentado en una reunión médica, sus datos y conclusiones deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen las guías clínicas al respecto .



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